jueves, 29 de enero de 2015

LAREDO

Laredo es un municipio de Cantabria que lo tiene todo para ser uno de los más destacados destinos turísticos del Norte de España. Rodeado de montes y bañado por el Cantábrico, tiene preciosos arenales y espacios naturales protegidos, además de un importante patrimonio histórico.

Vista de Laredo desde el Parque de la Atalaya.


Tiene una situación geográfica privilegiada, entre Santander y Bilbao, lo que hace que tenga los aeropuertos de estas dos ciudades a sólo 45 y 50 kilómetros respectivamente. Además está bien comunicada por la Autovía A-8 y por la Red de ferrocarriles de FEVE.

Nosotros pasamos allí un par de días en septiembre de 2014. Nos alojamos en el Hostal Rosi (40 €/noche), en una modesta habitación con un baño enano y viejo, sin ascensor y con una TV que pillaba pocos canales, pero el personal era majo y estaba muy bien situado, cerca de la playa y a un paseo del casco antiguo, así que no estuvimos mal.

El pueblo podríamos dividirlo en tres partes, el casco antiguo, otra donde está la mayoría de los comercios, y por último otra residencial que se extiende paralela a la Playa de la Salvé.

El casco antiguo, de origen medieval, es conocido como Puebla Vieja. Son seis calles empedradas que contienen muchos edificios y monumentos que hacen que todo ello haya sido declarado Conjunto Monumental Histórico-Artístico desde 1970, y que refleja la  importancia que tuvo Laredo en el pasado.

Plazuela Marqués de Albaida


En la Puebla Vieja se pueden apreciar casonas, palacios, iglesias, conventos y restos de las murallas que la rodeaban y de las que hoy todavía se pueden apreciar varias puertas. Es un bonito lugar para perderse, y además cuenta con una buena oferta hostelera que le da muy buen ambiente de vinos y terrazas. La verdad es que me sorprendió gratamente. Destaca sobre todo la Iglesia de Santa María de la Asunción, del siglo XIII y que declarada Monumento Nacional en 1931 es una de las construcciones góticas más importantes del Norte de España. La entrada para visitarla cuesta 2 €. Nos encantó, además la chica que nos dio las entradas nos explicó todo de maravilla. Nos enseñó los ambones en forma de águila que están en el Altar Mayor y que fueron regalo de Carlos V en su paso por Laredo y el barco y las cadenas que cuelgan de la Bóveda Central (recompensa que Fernando III concedió al pueblo por la hazaña de los marineros laredanos rompiendo esas mismas cadenas que amarraban las barcas al puente de Triana en Sevilla y que facilitó la reconquista de esa ciudad en 1248). También nos explicó con todo detalle su tesoro más preciado, el retablo de Nuestra Señora de Belén, una preciosa obra flamenca del siglo XV que desgraciadamente no pudimos ver porque estaba siendo restaurado.

Altar Mayor con los ambones en forma de águila regalo de Carlos V

Desde la Puebla Vieja se puede subir hasta el Parque Natural de La Atalaya, declarado Bien de Interés Cultural, y en el que está el Fuerte del Rastrillar del siglo XVI y restaurado a finales de los años 90, que junto con el de San Carlos en Santoña protegían la bahía de posibles ataques. Allí también se puede disfrutar de preciosas vistas desde los miradores de La Caracola, de la Rosa de los Vientos o del Pozo.

Vista de la Playa de Salvé en Laredo desde el Parque de la Atalaya

Nos llamó muchísimo la atención el Túnel de la Atalaya, bajo el monte del mismo nombre. Fue construido en 1863 para poder construir al otro lado el "Muelle de la Soledad", pero no pudieron concluirse las obras porque los temporales y las galernas se lo cargaron todo. Hoy todavía se pueden ver los restos del espigón.

Túnel de la Atalaya en Laredo

El túnel mide 221 metros y está iluminado. Fue utilizado como refugio en los ataques de la aviación durante la Guerra Civil.
Tras cruzarlo nos encontramos con el "Mirador del Abra", desde donde se ve la costa y se accede a una pequeña playa de rocas y grava. El túnel está abierto de 10 a 22 horas.

Mirador de Abra en Laredo

Justo en el límite de Puebla Vieja nos encontramos el Antiguo Ayuntamiento, de 1562. Estaba todo decorado para celebrar el próximo Desembarco de Carlos V.

Antiguo Ayuntamiento de Laredo

Muy cerca de allí, en la Alameda Miramar, está la oficina de turismo.
En la zona más moderna del pueblo hay un montón de tiendas y locales de hostelería. Y desde allí fuimos a visitar su importante puerto pesquero-deportivo.

Puerto de Laredo
A continuación del puerto está la playa de La Salvé, que con sus casi 5 Km de longitud es la más extensa de todo el Cantábrico. La recorrimos corriendo ida y vuelta, y os aseguro que da de sí.
Paralelo a la playa discurre un paseo marítimo con zonas ajardinadas, esculturas y miradores.

Paseo marítimo de Laredo

La playa de La Salvé conecta con la del Puntal, a tiro de piedra de Santoña, justo enfrente y a donde se puede ir en barco. Justo al final de esta playa está el Club Náutico, y después la Playa El Regatón, que contiene un sistema dunar de alto valor ecológico y que está dentro del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Noja y Joyel que sirve de refugio y de paso a un montón de especies avícolas en sus migraciones estacionales.

Una cosa que me pareció un poco inquietante es la imagen permanente de lo que llaman La Torre. Es un enorme edificio de trece plantas construido a finales de la década de los 50, con forma cilíndrica, ventanas rectangulares y sin balcones, que está situado en un monte desde el que domina todo el pueblo, con lo cual no importa en que lugar estés que siempre está presente. Es algo así como la torre de Saruman en El Señor de los Anillos. Desde allí deben de tener unas vistas impresionantes, pero desde abajo el mamotreto en cuestión desentona bastante con el entorno.

La Torre de Laredo

DONDE COMER

En Laredo hay una oferta de restaurantes muy amplia. Nosotros por ejemplo comimos en el Café Bar Guti en la Puebla Vieja, ensalada de queso de cabra y potaje de alubias de primero; chipirones, y merluza panadera de segundo; flan de huevo y queso con membrillo de postre; agua y cafés por 28,6 €. Trato correcto pero un poco seco. La comida también correcta.
El sitio que más nos gustó fue La Marina, en la calle Zamanillo en la zona nueva. Comimos dos menús (arroz tierra mar y ensalada de frutos secos de primero, brocheta de pollo y atún de segundo, surtido de tartas y yogur con frutos rojos de postre, agua y cafés) por 27 €. El trato fue buenísimo, las dos chicas que nos atendieron eran muy majas, y estaba todo riquísimo.
En la época en la que fuimos, septiembre y mediados de semana, las noches estaban un poco desanimadas y todo cerraba muy pronto, pero en verano esto tiene que ser un hervidero de gente.

FIESTAS

Será por fiestas. Nosotros nos perdimos una por los pelos. El fin de semana se conmemoraba el Último Desembarco de Carlos V. Se celebra el tercer fin de semana de septiembre de jueves a domingo. Laredo se transforma en una villa renacentista. Estaba todo decorado y tenían gradas preparadas en varios puntos para ver los torneos, el desfile y la escenificación de la llegada del Emperador.
Desde 1908 se celebra cada último viernes de agosto la Batalla de las Flores. Es su fiesta principal, declarada de Interés Turístico Nacional desde 1965. Es un desfile de carrozas adornadas con flores naturales. También hay mercadillos y música por las calles, verbenas y fuegos artificiales nocturnos frente a la playa de La Salvé.
En el día del Carmen toda la flota sale en procesión.
El día de San Roque se celebra el patrón de Laredo. Se hace una fiesta en el Puerto con concurso de marmita de bonito, y por la noche hay sardinada popular.
El 11 de noviembre, día de San Martín (patrono de la Cofradía de Pescadores), se hace una misa y luego hay concurso de alubias con cocido popular. Como veis, aquí no se come nada mal.
Además está el Carnaval y la Semana Santa.

Después de todo esto, seguro que alguno ya lo está marcando como destino. Personajes como Isabel la Católica y su hija Juana, Catalina de Aragón, Carlos I, Felipe II, Alfonso XII, Juan Carlos I y su esposa estuvieron aquí. ¿Vas a faltar tú?



4 comentarios:

  1. Un post muy completo sobre Laredo, nosotros hemos ido allí a la playa bastantes años, es un gusto de playa porque al ser tan grande, aunque haya mucha gente no estás pegado a los demás como en las del Levante, y como dices en verano está muy animado.
    La Torre de la que hablas es un edificio horroroso que desentona totalmente con el resto del entorno, es una pena que hayan permitido hacer algo así.
    Un saludo!

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    1. Muchas gracias Mar. Tienes razón sobre la playa, es enorme, y a mediados de septiembre con poca gente imagínate el espacio libre que había.
      Respecto a la Torre, completamente de acuerdo, es un pegote en medio del monte en el que está, no sé como en su día permitieron su construcción.
      Muchísimas gracias por leerme y por el comentario.
      Un saludo.

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  2. Hola Javier :He estado en Laredo pero solo en la playa, no conozco el resto del pueblo, por lo que tomo nota...Casi todos los veranos nos escapamos un par de días a Cantabria así que seguro que volveré a Laredo...La playa es impresionante. Un saludo

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    1. Hola Itziar, la próxima vez date un paseo o vete de vinos por la parte antigua, verás como te sorprende. Es pequeña, pero es una cucada.
      Muchas gracias por pasarte por aquí y por tu comentario.
      Un saludo

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